martes, 28 de octubre de 2014

Estudio Revelo Los Cambios Que Hay En Familias Con Respecto A Los Adultos Mayores

Durango, Dgo.-Un estudio realizado por el Instituto de Investigación de Ciencias Sociales de la Universidad Juárez del Estado de Durango, que tiene como punto central las redes de apoyo y envejecimiento en comunidades rurales y urbanas,  indica que sí hay una transformación real de las familias; los adultos mayores, al parecer, se apoyan más en sus vecinos que en sus propios familiares, esto habla que los cambios en la familia son reales.
El Dr. Jorge Enrique Bracamontes Grajeda, investigador universitario, adscrito al Instituto de Investigación de Ciencias Sociales, dijo que las conclusiones preliminares encontradas en esta investigación evidencian que sí hay cambios en las relaciones familiares con los adultos mayores, pero también una búsqueda para reconstruir esas relaciones respecto a la red institucional y a la red de vecinos de esas personas que no están marginadas.
Este proyecto que se está haciendo en colaboración entre la Facultad de Trabajo Social, el Instituto de Investigación de Ciencias Sociales de la Universidad Juárez del Estado de Durango, y la Universidad Autónoma de Nuevo León, revela que buena parte de los adultos mayores trabajan; sus ocupaciones son, entre otras, trabajos de baja remuneración, no les implican mucho esfuerzo intelectual o físico, son cuestiones de hacer mandados, cuidar casas, y un bajo porcentaje recibe una pensión.
“Cuando empezamos a ver estos parámetros, que buena parte de los adultos mayores tienen que trabajar y pocos son los pensionados, estamos viendo que el estatus de vida es bajo para esas personas; sin embargo, la mayoría  viven en casa propia, esto habla de un componente socio-económico importante”, comentó Bracamontes Grajeda.
Dijo que aun y cuando tengan un bajo ingreso, tienen un piso y techo propio donde vivir, y eso los saca de un estatus económico bajo, por supuesto que no es lo único, pero de las cosas más importantes y, por supuesto, no hay que olvidar la red de apoyo, familiares y vecinos no solamente los cuidan, sino que también colaboran con ellos en cuestiones domésticas”, dijo.
“No es una población empobrecida en términos paupérrimos, tienen carencias, ¿pero qué sector de la población no las tiene?, en el marco de los grupos vulnerables no lo es tanto, sí necesitan atención, pero no como para asignarle el estigma de vulnerabilidad”, mencionó.
Dijo que uno de los resultados principales de este trabajo es que hay fuertes cambios en las estructuras familiares y en las relaciones de estos individuos, lo que podría resultar obvio por la evidencia científica; la familia está cambiando y modificando las relaciones con los demás, finalmente el adulto mayor no se queda al margen, pero siempre se pensó que ser viejo era sólo una cuestión completamente de salud, que quedaba desplazado laboralmente, y se convierte en un cuerpo de dolencia, de necesidades y una carga para la familia.
Explicó Bracamontes Grajeda que con este tipo de estudios se pretende  demostrar a la sociedad que el adulto mayor no es sólo eso, sin embargo,  en la medida que se va envejeciendo el adulto mayor se hace más dependiente,  hay más deterioro en la salud, más necesidades, pero no es lo único que encierra el proceso de envejecimiento como proceso demográfico.
Puntualizó que con este  estudio se puede ver qué está sucediendo ahora con los adultos mayores, más o menos un 35 por ciento de ese segmento de la población declara estar trabajando de manera formal, un 25 por ciento más recibe una pensión, es decir un 40 por ciento de adultos no está trabajando, pero un dato importante es que vive en casa propia y se apoya con sus vecinos más que con su propia familia para subsistir.
“ EL METROPOLITANO”



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