domingo, 4 de mayo de 2014

Jorge Y Tere Inauguraron Casa Hogar En Apoyo De Niños Laguneros

- Reconoce Cristopher Pierre Nuncio Apostólico y Embajador de la Santa Sede en México, labor en pro de los niños en condiciones de riesgo

Lerdo, Dgo.-Este fin de semana el Gobernador del Estado Jorge Herrera Caldera y su esposa Tere Álvarez del Castillo de Herrera, Presidenta del Patronato del DIF Estatal, inauguraron la Casa Hogar “Villa de la Alegría”, en el municipio de Lerdo, misma que protegerá a niños en condiciones de vulnerabilidad.

El noble proyecto fue implementado por  Rocío Villegas de De Villa, Presidenta del DIF en la Localidad y su esposo Luis De Villa Alcalde Lerdense, a quienes el Ejecutivo y su Esposa felicitaron y reconocieron por la importante labor que iniciará en la Región Lagunera para atender a los menores en riesgo y que se suma a las acciones que realiza el organismo estatal de forma permanente.
En su mensaje Tere Álvarez del Castillo destacó que  la Casa Hogar “Villa de la Alegría”, será una gran oportunidad para cientos de niños que cambiarán su vida en este lugar, donde tendrán la oportunidad de cubrir sus necesidades básicas como alimento, educación y afecto.
A nombre de su esposo agradeció este gran trabajo  “sabemos que un pequeño feliz será un adulto y un ciudadano de bien”.
Por su parte Rocío Villegas de De Villa, Presidenta del DIF de Lerdo, hizo un reconocimiento especial para la Iniciativa Privada de esta importante región que, de forma generosa apoyó en el financiamiento de esta Casa Hogar, “y muy especialmente a la Señora Tere quien siempre confió en este proyecto”.  
De esta forma Cristopher Pierre Nuncio Apostólico y Embajador de la Santa Sede en México, bendijo las instalaciones y felicitó a los trabajadores que se dedican al apoyo y cuidado de los que menos tienen.
Cabe destacar que se contó con la presencia de Apolonio Betancourt Ruiz Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia así como la Diputada Federal Marina Vitela y  José Campillo Carrete Alcalde de Gómez Palacio.

Por: José Llamas Pacheco

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