Gomez
Palacio, Dgo.-Fernando Morales Soto, quien es responsable del Centro
de Control Canino, dependiente de la Dirección de Prevención Social
Municipal, invitó a los propietarios de mascotas, particularmente de
perros, a que se sumen a una labor de responsabilidad social, toda
vez que se está generando una psicosis por la propiedad de
animalitos de ciertas razas, dejándolos libres con el consabido
riesgo que genera, incluso para el personal capacitado que los
recoge.
Luego
de ser atacado por un ejemplar de la raza Pitbull, durante un
operativo en la colonia San Antonio, en donde se les hizo un llamado
de alerta de los vecinos que denunciaron a un grupo de seis perros,
el jefe de control canino, quien es especialista en la materia,
señaló que se busca contar con un mayor apoyo de la sociedad para
controlar a los perros que se encuentran en la calle.
Debido
a una psicosis que se ha generado por mordeduras de perros Pitbull, a
personas de varias edades, las personas que son propietarias de estos
ejemplares las regalan o simplemente las dejan en la calle para no
hacerse responsables de lo que puedan hacer los animalitos.
En
este caso la dueña del ejemplar prácticamente regaló a la mascota
para que lo llevaran al Centro de Control Canino, pero primero se dio
el ataque del animal, cuando la gente comenzó a gritarle al personal
municipal, en protesta porque se lo llevaban.
“Primero
se denunció la presencia del animalito, luego se intentó recoger y
entonces vinieron las protestas de los vecinos, porque piensan que si
nos lo llevamos es directamente a sacrificarlo, lo cual es falso”,
aclaró Morales Soto.
Al
realizar su trabajo, los vecinos que se dicen propietarios de perros
callejeros, entorpecen la labor de los empleados de Prevención
Social, cuando los animalitos se encuentran en la calle, sin ningún
cuidado y exponiéndolos a ser atropellados o a la gente a ser
mordida por uno de estos canes.
Lo
importante es que se la sociedad participe en controlar y
responsabilizarse por su animalito, no dejándolo en la calle,
dándole de comer y vacunándolo, así como evitando que tenga
contacto con gente que no convive, pues esto implica un riesgo enorme
de mordeduras, como ocurrió en este caso con el funcionario público,
quien expresó que afortunadamente el ataque le sucedió a él y no a
un niño, pues habría sido catastrófico y hasta fatal, por el
tamaño y peso del animal.
Por: Raúl Soto Camargo.
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