Durango,
Dgo.-A través de una serie de estrategias que se han implementado en
el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) de la Universidad Juárez,
ha sido posible que los índices de deserción y reprobación vayan a
la baja en un porcentaje aceptable y que arrojan resultados
satisfactorios en relación con semestres anteriores, de acuerdo con
el interés de las autoridades universitarias y la atención que
reciben los alumnos.
El
coordinador general de esta unidad académica que va a la vanguardia
en lo que se refiere a la educación media superior, Luis Enrique
Rodríguez Ríos, señaló que el CCH cerró muy fuerte el semestre
“A” elevando la calidad de los estudiantes, “…estamos
trabajando en el aspecto de las tutorías, acompañando y atendiendo
varios casos que impiden el avance normal de los alumnos”.
Destacó
la buena disposición del equipo de tutores para atender las diversas
problemáticas que presenta el alumnado, el cual está trabajando muy
bien, “…lo que está impactando en el descenso de los índices de
deserción y reprobación en relación con semestres anteriores; esto
es bueno porque mejora el índice de eficiencia terminal”, dijo.
En
ese sentido, señaló que normalmente la eficiencia terminal es del
50 por ciento, el rubro de la deserción se ha abatido en un diez por
ciento, este es el resultado de que al interior del CCH se promueven
las becas, como “Yo no abandono” y las de nivel medio superior
que entregan instancias gubernamentales, entre otros apoyos que
reciben los estudiantes, lo cual ha dado pauta para que los muchachos
estén comprometidos con la institución y no la abandonen”,
subrayó.
El
directivo universitario citó que además se han implementado otras
tácticas para que los muchachos permanezcan en el Colegio, que no
abandonen los estudios, como la Alerta temprana que se detecta a
través de algunos instrumentos, así como estar llevando a cabo la
revisión periódica de calificaciones para conocer su avance
académico.
Destacó
que frecuentemente se hacen reuniones con los padres de familia, a
los cuales se les entregan calificaciones y reciben información de
cómo van sus hijos en el estudios; eso ha permitido que se
involucren en la educación de los muchachos.
Subrayó
que la participación de los padres de familia ha impactado
positivamente, “…con el acompañamiento que tienen los
estudiantes y la atención de sus papás
se
puede apreciar que el efecto es positivo, los jóvenes tienen más
atención por parte del Colegio y sus padres están más al pendiente
de ellos”, concluyó.
“EL METROPOLITANO”
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