viernes, 15 de agosto de 2014

Desde El Colegio De La Compañía De Jesús, Durango Ha Tenido Buen Nivel Educativo.

Durango, Dgo.-Desde la época colonial hay una línea conductora en cuestión de la educación elemental, lo que hoy se llama educación media básica, lo que hay que destacar es que Durango siempre tuvo la fortuna de contar con una educación de buen nivel con el Colegio de la Compañía de Jesús, que precisamente tuvo su sede en donde actualmente es el edificio de la Rectoría de la Universidad Juárez, máxima casa de estudios del estado de Durango.
A propósito del 158 aniversario de la fundación del Colegio Civil, ocurrida el 15 de agosto de 1856, la actual comunidad universitaria encabezada por el rector Oscar Erasmo Návar García, celebró una ceremonia especial donde de entrada José de la Cruz Pacheco Rojas, director del Archivo Histórico de la UJED y Nivel Dos en el Instituto Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, dijo que esto tiene una relación orgánica directa con los orígenes de la Universidad Juárez, en tanto que en el siglo XIX, después de la Independencia, hay esfuerzos importantes de los gobiernos independientes, federal y de los estados, por impulsar la educación.
En ese aspecto, destacó que en 1856 fue fundado el Instituto Civil, la primera institución estatal laica, impulsada por el Gobierno del estado de ese entonces, “hay que decir que en ese momento hay un tránsito interesante que viene desde la expulsión de la Compañía de Jesús de los reinos españoles, que ocurre en 1767”.
Ese es el momento en el cual el Colegio de Guadiana (como se le llamaba), deja de existir y se restablece como Colegio Seminario, adscrito al Obispado de Durango, y el edificio antiguo del Colegio Jesuita queda en sus manos y la educación continúa.
El historiador universitario añade que en el momento de la expulsión de los jesuitas, el Colegio logró una presencia regional muy importante, y su influencia había alcanzado el sur de lo que hoy es Estados Unidos y los estados mexicanos del norte; fue un Colegio destacado, sobresaliente, que formó intelectuales importantes de toda esa región y su influencia quedaría en este mismo territorio y que hereda el Seminario del Obispado de Durango.
Todavía hasta la década de 1820, agrega Pacheco Rojas, con altibajos el Seminario se convierte en un lugar donde se van a formar no sólo sacerdotes, sino intelectuales y políticos de primera importancia, que van a tener un desempeño muy notable tanto a nivel local, como nacional e internacional como el caso de José Fernando Ramírez, que fue un destacado historiador, intelectual, abogado y ministro de los gobiernos liberales y aún del Imperio de Maximiliano que tuvo una notoriedad excepcional, pero que de la cual, tristemente, se sabe poco.
“Lo que hay, eso sí debo decirlo -precisó Pacheco Rojas-, después de la expulsión de los Jesuitas el desarrollo del seminario se convirtió en una situación compleja, difícil, los primeros 30 años del siglo XVIII y la primera década del siglo XIX va avanzando con tumbos y realmente lo que vamos a tener es un vacío creciente, una situación lamentable en la formación educativa en Durango, es decir, lo que habían hecho los jesuitas se vino abajo y no hay profesores, gente capaz a la altura de los maestros jesuitas, que le den el lustre o hayan continuado con lo que había hecho el Colegio”.
En tanto, los gobiernos de la provincia, que en ese momento se llamaba Intendencia de Durango y comprendía lo que hoy son los estados de Durango y Chihuahua, hicieron esfuerzos importantes por la educación y fundaron escuelas que llamaban de “primeras letras”, o sea, lo más elemental, esfuerzos importantes impulsados ya por el gobierno civil, “eso es importante porque nos liga como antecedente del Instituto Civil en la formación educativa bajo la responsabilidad del estado”, precisa Pacheco Rojas.
“ EL METROPOLITANO”



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